SOLEDAD - Parte de mi expo El Rostro Oculto, en el MAC de SLP

En esta obra abordo, gracias a una polifonía de testimonios, la compleja sensación de soledad subyacente al haber sido víctimas de violencia. Para eso entrevisté a 100 personas, vía zoom y presencial, quienes accedieron de manera voluntaria a contar su historia de violencia, como mecanismo catártico de volverlo palabra para dejarlo ir.

Muchas de estas historias de vida se repiten una y otra vez, pues acaban siendo realidades muy recurrentes. La violencia viaja desde lo psicológico, la agresión física, el abuso laboral, la impunidad estatal; y atraviesa a todo tipo de cuerpos, sin importar su género, edad, procedencia social, nacionalidad, profesión, etcétera.

Vivir violencia crea culpa, de no hablar a tiempo, de dejarse violentar, de volverse una estadística más, de pensar que se merece... Destroza la autoestima y crea patrones contra los que hay que luchar. Hablarlo es, sin dudas, un acto de valor y puede ser el primer paso para combatirla y crear conciencia sobre lo que merecemos, en aras de crearnos un entorno de afectos más sano.

Aquí les comparto un reel sobre el proceso de modelado de las pequeñas caritas que dan rostro, vida y voz a las personas que brindaron su testimonio para esta obra. Ver reel