Guía esencial para cuidar y conservar los materiales de tus esculturas favoritas

Como escultora, siempre me ha fascinado la manera en que los materiales cobran vida y cuentan una historia propia. Crear una escultura es sólo el comienzo de este viaje. Sin duda, mantenerla en buen estado es parte del proceso de apreciación y respeto por el arte. Cada material con el que trabajo tiene sus propias particularidades y requiere cuidados específicos. Por eso hoy quiero compartirles algunos consejos sobre cómo cuidar esculturas de bronce, resina y, en algunos casos, las bases de mármol que acompañan algunas de mis obras.

Bronce: Belleza y durabilidad

El bronce es un material noble y resistente que con el tiempo desarrolla una pátina* natural, la cual puede embellecer la pieza si se mantiene adecuadamente. Para conservar una escultura de bronce, les recomiendo:

• Limpieza regular: Usa un paño suave y seco para eliminar el polvo. Si es necesario, humedécelo ligeramente con agua y sécalo de inmediato.

• Evitar productos abrasivos: No uses limpiadores químicos fuertes ni esponjas rígidas que puedan alterar la pátina.

• Aplicación de cera: Una capa fina de cera microcristalina una o dos veces al año ayuda a proteger la superficie.

• Ubicación adecuada: Si la escultura está en exteriores, intenta ubicarla en un lugar donde no esté expuesta directamente a lluvias ácidas o humedad excesiva.

*Pátina: En escultura, la pátina es esa capa de color verde o marrón que aparece en el bronce y otros metales con el tiempo, ya sea por oxidación natural o porque se aplica a propósito para dar un efecto envejecido. Además de embellecer la pieza, también la protege.

Resina: Ligereza y versatilidad

Las esculturas de resina ofrecen una gran variedad de acabados y colores, pero requieren cuidados específicos para mantener su integridad y apariencia original:

• Protección contra el sol: La exposición prolongada a la luz UV puede deteriorar el color o provocar amarillamiento. Si la escultura está en un espacio muy iluminado, considera aplicar un barniz protector con filtro UV.

• Evitar golpes y arañazos: La resina es resistente pero puede astillarse con impactos fuertes. Manipúlala con cuidado al moverla.

• Limpieza suave: Usa un paño húmedo y jabón neutro. Evita solventes agresivos que puedan corroer la superficie.

Bases de mármol: Soporte elegante y sólido

No todas mis esculturas tienen base, pero cuando la llevan, suelo elegir mármol por su belleza y estabilidad. Para cuidar estas bases, no te olvides de:

• Evitar derrames: El mármol es poroso y puede absorber líquidos, causando manchas difíciles de eliminar.

• Limpieza cuidadosa: Usa un paño húmedo con agua tibia y, si es necesario, un limpiador especial para piedra natural.

• Protección contra rayaduras: Si la base está sobre una superficie delicada, coloca fieltros adhesivos en la parte inferior para evitar daños.

Para mí, el cuidado de una escultura es una extensión del arte mismo, una forma de prolongar su esencia y permitir que continúe contando su historia. Me emociona saber que mis obras encuentran hogares donde serán apreciadas y protegidas con el mismo esmero y cariño con el que fueron creadas.

Y tú, ¿qué tipo de escultura prefieres? ¿Te inclinas más por el bronce clásico, la resina versátil o una pieza con una base imponente de mármol? Me encantaría saberlo.

Te invito a explorar aquí mis esculturas disponibles y encontrar aquella que resuene contigo.